domingo, 30 de noviembre de 2008

En el Miami Park (Ciudad Real)



Hace un par de días fue mi cumpleaños. Ché, ni una broma sobre mi edad, que os baneo! Me preguntro si habrá todavía por ahí afuera algún nostálgico del IRC que sepa lo que es banear.

Cuestión, que era una ocasión especial. Quería llevarme a mi Pilar a un sitio fuera de lo común -ella no se merece menos-, así que decidí que fuéramos a probar el restaurante Miami Park, el que tiene fama de ser el mejor restaurante en Ciudad Real.

Tenía cierta curiosidad en ir a comer al Miami. Siempre que he oido hablar de él, ha sido para escuchar estos dos comentarios: "es el mejor restaurante de Ciudad Real (por lo menos, el más caro)", y "la moqueta del Miami". No deja de ser poco habitual que de un restaurante se destaque que tiene moqueta.

Entremos al restaurante. La decoración del interior es agradable y acogedora, y sí, efectivamente, ahí está la moqueta, tan famosa, azul. Es ella, junto con la decoración en madera, la que da la sensación señorial. Tiene varios pequeños comedores, nos acomodan en uno para no fumadores aunque curiosamente oigo con claridad el click del encendedor de un comensal sentado detrás de mí.

La comida estuvo bien, es una mezcla de cocina regional y nuevas tendencias (¿por qué todos se empeñan en demostrar que son modernos poniéndote cubiertos perfectos en diseño e incómodos para comer?).

La calidad, excelente, y los precios, no tan altos como me temía. Tomamos unos camarones y unas verduras al horno en salsa de queso, mi Pilar solomillo a las tres pimientas, y yo, entrecot de buey a la sal. Todo realmente bueno, la relación calidad/precio no me pareció tan exagerada como me temía, al menos en los segundos. En los primeros, y si tengo que ponerle alguna pega, sí que diría que los entrantes fueron un poco escasos, y su precio, bien abundante. Y los postres, riquísimos; también caros, casi todos ellos a 6 euros.

El servicio? Atento y rápido, y sempiternamente sonriente. Una sugerencia? Que le cambien el nombre! "Miami Park" me suena más a hostal al pie de autovía que a restaurante de alta alcurnia. Otra sugerencia? Que mejoren la decoración exterior. Como veis en la foto, necesita de un lavado de cara en lo que a imagen exterior se refiere. Y como no hay dos sin tres, una última sugerencia: ventanas! El interior está muy bien, pero resulta a ratos agobiante. Soy una amante de los ventanales y del sol y la luz entrando a raudales a través de los cristales. Volveré? Seguro, pero esperaré a ver si para la próxima vez me invitan a mí!

Dónde está: Ronda de Ciruela, 34 - Ciudad Real

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domingo, 23 de noviembre de 2008

En Zuheros (Córdoba)


Si me preguntáis hace una semana, os hubiera dicho que no tenía ni idea de dónde estaba Zuheros. Fue gracias a un amigo (eh, Rubén! :-) Gracias!) que supe de este pueblito. Me dijo que fuera a verlo, que seguro que me iba a gustar. Rubén, acertaste de pleno, me ha encantado.

Pero vayamos por orden. Me fui a ver Zuheros este domingo, me fui con mi Pilar, pensando en que la primera parada sería en Fuencaliente, para desayunarnos con unos churros. Es que a mi Pilar le gustan muchísimo los churros y esto es algo que siempre hago por ella; de hecho, ya tenemos clasificado el pueblo con los mejores churros de la provincia de Ciudad Real! Eso otro día os lo cuento. De otra vez que estuve en Fuencaliente tenía localizada la churrería, así que nos fuimos derechitas.

Cafetería Churrería Lupo! No tengo la dirección, pero está justo entre la iglesia y el balneario, no tiene pérdida. Yo pensaba que nos pondrían los churros en un barecito que hay, pero no, nos mandaron a un tenderete de esos de feria que había enfrente de la cafetería. Qué rabia que no he podido tomar una foto, pero aquello era pa verlo! Los palos requemados, el churrero que parecía que hacía un mes que no veía una ducha, el perol donde ponía los churros picoteado de óxido, con un cartel escrito a boli los precios de los churros: 1, 30 céntimos; 2, 60 céntimos.., así hasta 20, pa que no le hagan pensar al churrero ni os confundáis con el cambio.

Los churros eran un churro (qué cosa más rara y deforme), pero eso sí, estaban bien ricos! Así que si no sois demasiado aprensivos, si pasáis por allí id a probarlos. Daos prisa, que como pase un inspector de Sanidad, aquello no les dura abierto.

Y con fuerzas renovadas, seguimos para Zuheros. Pasamos de refilón por el Valle de los Pedroches, otro día habrá que volver a ver si el jamón de esta zona es tan bueno como dicen. Pero hoy no, hoy tocaba Zuheros. Y allí que nos fuimos, allí que llegamos.

El pueblo me ha encantado. Como unos 4 km antes de llegar, ya empiezas a ver un pueblecito todo blanco, como colgado en el valle entre dos montañas. Tomadlo con calma en la carretera, que es estrecha e intrincada. Y si podéis, dejad el coche a la entrada del pueblo, que correis el peligro de dejar el coche encajonado en alguna calleja!

No dejéis de visitar la Cueva de los Murciélagos (impactante! 700 escalones de subida y bajada casi vertical, estáis avisados), y el castillo, y alguno de los varios museos que salpican el pueblito. Pero sobre todo, no dejéis de recorrer sus calles, hay un ambiente de otros tiempos, irreal, dulce... Lo único que he lamentado es que el sol se ponga tan pronto, me hubiera gustado quedarme un par de horas más dando vueltas por esas callecitas encaladas.



Tanto a mi Pilar como a mí nos ha gustado muchísimo. Para rematar el día, nos quedamos a comer en Los Palancos. Es una terraza situada enfrente del Castillo, aunque también tiene restaurante en el interior. Interior que por cierto tiene decorado el dueño con fotos suyas y unos cuantos personajes famosos (de la plantilla del Real Madrid, en su mayoría). Mi Pilar y yo nos cogimos algo ligero para comer, porque aún nos quedaba un buen trecho para volver a casa. Ensalada con queso de cabra caliente, paté de perdiz, y unas setas, y un postrecito especialidad de la casa, y la cuenta señor camarero que nos vamos!

Precio? Vaya, estaban bien. Volveré? Me encantaría!!! Qué pena que esté tan lejos de casa. La nota curiosa? Preguntad por Maripili, es la ciudadana más ilustre de Zuheros.

Dónde está: plaza de la Paz, s/n.


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sábado, 22 de noviembre de 2008

Mi cafetería favorita

Sábado con frío pero con sol, un día precioso y luminoso, y el primer fin de semana desde hace mucho tiempo que he podido levantarme tarde y despreocupada. Después de unas semanas de mucho trabajo, estaba deseando de que llegara el sábado para una de mis costumbres favoritos: cogerme un libro e irme a leer y a tomar un café. Más sencillo, imposible.

Me encantan las cafeterías y me recorro las ciudades enteras buscando una que me resulte acogedora. Ayer por ejemplo, cuando estuvimos en Manzanares, estuve viendo la cafetería del Parador. Un amigo me había dicho que a su mujer le gustaba irse allí los domingos igual que yo, a por un café y con un libro debajo del brazo. Muy rústica, no me gustó, no me enganchó.

Y en Ciudad Real, esta es mi cafetería favorita: la del Bar España. Es una terraza con todas las paredes de cristal, y con el interior acondicionado y decorado en madera. Los camareros son muy amables, y son un ejemplo de globalización: hay varios españoles, un chileno, una chica rumana, y otra chica de color de la que no conozco la nacionalidad. Para mí es un poco como Cheers, where everybody knows your name. Bueno, mi nombre creo que no lo conocen, pero a mí ya sí. En cuanto entro les saludo y charlo con ellos, y ellos ya ni me preguntan qué café quiero, ya ellos lo saben. Yo creo que para ellos soy la rara de los libros :-)

Precio? Uhm, es un poco carillo. Un café, 2 euros. Pero por una vez a la semana y las casi 2 horas que suelo pasar allí, merece la pena. Volveré? Sí, claro, cada fin de semana si el trabajo no lo impide! La nota curiosa? Hoy estuve rodeada por un equipo de ¿balonmano? Hablaban alguna lengua eslava, supongo que estarían en la ciudad para jugar contra el Balonmano Ciudad Real.

Dónde está: Plaza del Pilar, Ciudad Real.

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En el Parador de Manzanares (Ciudad Real)


Ayer viernes estuvimos comiendo en el Parador de Manzanares. Le debía una escapada gastronómica a mi Jefe, así que les propuse ir al Parador. Digo "les" porque le dije al Soleao que se viniera con nosotros, que siempre le busca las cosquillas al Jefe y pasamos entre todos un buen rato.

En realidad el trato que yo les tengo planteado es que yo les pago la comida con tal de que me lleven a sitios nuevos. Y como quedan ya pocos por conocer (al menos por Ciudad Real), y estos dos chicos tienen buen saque, les propuse ir al Parador. En esta ocasión eran ellos dos los que no lo conocían, y además, se come de buffet, lo cual no es muy frecuente por esta zona y también les llamaba la atención. Si quieres comer de carta, también te ponen carta, claro!

Buffet, qué más os voy a decir. Comes por el hambre que llevas, por la gula de todas las cosas ricas que ves, y por la cosa esa tan española de que "como ya está pagao, me hincho!". Muy sano no es, pero bah, un pequeño exceso de cuando en cuando.., tampoco pasa nada. Una cosa a destacar: la calidad suele brillar por su ausencia en los buffets; no es este el caso. Se nota la calidad de la red de Paradores, y la calidad es muy buena. Lo que no hay es mucha variedad...


Ah, que no os he dicho! El restaurante dentro del Parador se llama Azahar. Tenéis buffet libre de primero y de postres, el segundo lo escogéis de la carta. Mis primeros fueron: varios tipos de quesos (me chifla el queso y probar las mil variedades que hay), ensalada de pasta, tostaditas de morcilla y chorizo, migas y tortilla española. De segundo, entrecot. De postre, leche frita, pudin,tarta de chocolate y arroz con leche. Ah! Y café y vino (del vino no os cuento nada, Señorío de los Llanos creo que cogimos).


Después de esa locura de comida, ¡sigo viva para contarlo! Al Soleao se le caían los pantalones cuando se levantaba de la mesa: comía, crecía la barriga, empujaba el pantalón para abajo, y se lo tenía que subir. Y el Jefe soplando de todo lo que había comido.

El precio? Unos 35 euros por cabeza. La nota curiosa? Coincidimos comiendo con toda la plantilla del Albacete FC. Lo recomiendo? ; para ir con la familia, con amigos y gente de confianza, para esas veces que quieres que la cantidad prime sobre la calidad, y que la comida tenga un punto más divertido.

Dónde está: Autovía Andalucía, km 175, Manzanares, Ciudad Real,

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miércoles, 19 de noviembre de 2008

De ruta por Madrid III: La Traviata

Empezamos por las cañas, después la comida, y ¿después qué toca? ¡Pues los cafés!

Yo quería llevar al Soleao a conocer este café de La Traviata, por aquello de ir a un café así como rancio, de los de antes. A mí me gustan mucho por aquello del aire retro y el ambiente -artificial y ficticio- de principios del siglo XX.

Pero quería volver también por una cosa concreta: la última vez que estuve, el café sabía a Starlux de pescado. O de Avecrem, no sé, pero sabía a pescado. Tenía yo curiosidad por comprobar si, cinco años después, el café ya lo ponían con sabor a café.

Café solo-corto-italiano-espresso para el Soleao (maníatico que es él para esto del café), y café bombón para mí (golosona que soy yo). Sí, chicos, sí, el café sabía a café, prueba superada. El ambiente, amigable. Los baños, grandes y limpios (esto de los baños es uno de los puntos que al Soleao le convencen a la hora de querer volver a un sitio), la charla con el Soleao de dos horas, inolvidable.

¿Los precios? Para que el Fiscal General del Estado les abra una investigación de oficio. Más que La Traviata debería llamarse La Engañifla Para Turistas. ¿Volveré? Creo que no, buenas conversaciones con el Soleao puedo tenerlas en más y mejores sitios sin tener que dejarme 5 euros por dos cafés.

Dónde está: Plaza de Isabel II, 2, metro Ópera.

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De ruta por Madrid II: El Buey

Soleao, vaya fotos que hemos hecho! Ni una ha salío! Bueno, da igual, les robo esta a los de El Buey.

Esto ha sido después de salir de La Jerezana. Que nos íbamos cuidando bien, eh? Pues claro que sí!

Ah, aquí ha sido donde ha nacido Lo Que Entra Por Los Ojos! Aquí es donde al Soleao se le ha ocurrido la idea de ir contando nuestras andanzas y nuestras pitanzas. Yo ya hace tiempo lo había pensado, ir contando mis escapadas turísticas por las ciudades de esta España tan bonita que tenemos. Pero mira, ha ido a ser hoy el día que se ha hecho realidad. Efectos secundarios del buey...

El sitio, pequeñito (si queréis y os viene mejor, podéis ir a El Buey de Goya, pero es igual de chiquito). De entrada, queso rico de vaca, una ensaladita de tomate natural y atún (rico, rico), y después, unos platos de barro bien caliente y un buey pa chuparse los dedos! De postre, un sorbete de limón (el Soleao un poco mosca porque a él le gustan los helado, y oiga! No hay helado en la carta de postres!?), y un café, y un chupito. Pedid un chupito de hierbas, que es bien gracioso: te traen la botella incrustada en un bloque de hielo. El pobre camarero tiene que pasarlo mal sirviendo la copa, se le tiene que quedar la mano que ni la debe de notar.

El precio? Unos 40 euros por cabeza. El servicio? Bueno, rápido y atento. Lo recomiendas? Lo recomiendo? Volveré!

Dónde está: Plaza de la Marina Española, 1 - metro Ópera.


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De ruta por Madrid I: Taberna La Jerezana

Tenía que ser Madrid, había que empezar por aquí. Se tiene que notar que es la capi.

He estado unos cuantos años viviendo por Madrid, y ahora que ya va para 3 años que he dejado la ciudad, es que empiezo a echar de menos no haber recorrido muchos más rincones interesantes. Hay mil sitios que podía haber descubierto y no me salí del rodal de siempre! Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, y tengo como unos 50 años por delante para ir conociéndolos, me he puesto manos a la obra.

Estábamos El Soleao y yo (ya os contaré más adelante quién es El Soleao, me va a acompañar en muchas escapadas) de curso por la zona de la Plaza de Santo Domingo. Saliendo del curso nos hemos quedado por Ópera dando una vuelta, y buscando algún sitio majo para echar la tarde.

Y casi sin pensar nos hemos metido en La Jerezana (chicos de La Jerezana, por favor, quitad el midi de la web, que ya no se lleva y es un poco cargante). Dice un cartel en la entrada que pases al fondo, que allí está la barra. La verdad es que el sitio nos ha encantado. Un poco abigarrada la decoración (eso de mezclar cuadros de Bach y Mozart, con trajes de faralaes y cuadros de corridas de todo es un mix un tanto extraño), pero acogedor al 200%.

Unas cañas! Y nos ponen dos cañas bien buenas, con unas aceitunas ASÍ de grandes, y otro platito de torreznillos con colines. Tan contentos El Soleao y yo, charlando de música y de viejas glorias, sentados en el sofá frente a la barra.

El precio? 4 euros, con propina de 50 céntimos. Que sí, carillo, pero que lo valía, nos han atendido muy bien, el ambiente relajado, y me lo anoto para repetir.

Dónde está: C/Arrieta, 5 - metro Ópera

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martes, 18 de noviembre de 2008

Empezamos!




Bueno, a ver...

Sartén, aceite, sal... Lo tenemos todo, empezamos!

Bueno, bien pensado faltan cosas. Unos huevos, o unas patatas, por ejemplo. O alguna cosita más. Si no, nos vamos a quedar en ayunas.

Sí, me habéis pillado, de cocina no tengo ni idea.

Ah, pero lo que sí me gusta es salir a comer por ahí! Así que me he dicho, ¿por qué no lo voy contando?

Así que aquí voy! Sitio al que vaya, sitio que fusilaré en el blog.

Que se eche a temblar la Guía Michelin!